jueves, 3 de abril de 2014

SOCIEDAD

    

                                                   El reino del revés




Ante los sucesivos episodios de linchamiento que se vieron por televisión, la Presidenta se refirió al tema en varios actos emitidos en diferentes medios de comunicación. Eligió un mensaje pacificador, en contra de la violencia y de la justicia por mano propia. Es verdad, nadie tiene derecho en castigar a golpes a un delincuente salvo que esté en juego la propia vida.

Las agresiones más difundidas por estos días tuvieron como escenario la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Los vecinos de estas ciudades han llegado al hartazgo con la inseguridad. Es difícil encontrar una persona que no haya sufrido por lo menos un hecho de robo, hurto o intento fallido. A eso sumemos que en la provincia de Córdoba se vivieron saqueos  y descontrol durante un paro de la Policía. En Rosario los narcos tienen en vilo a los barrios con asesinatos casi todos los días. Hace un tiempo atrás era impensado dos tiroteos en pleno centro de Buenos Aires en menos de diez días.

Pero en su mensaje, la Presidenta no se quedó sólo en el pedido de Paz o de actuar civilizadamente. Se refirió al delincuente como un ser incomprendido, excluido,  al que hay que tenerle compasión y peor aún, aceptar que para esa gente la vida vale dos pesos. Imaginen lo que puede pensar un ladrón que escucha estas palabras por parte de la mandataria. Todo se confunde, es posible que el que se defienda ante un hecho delictivo termine preso y el autor del robo libre. Es demasiado. El mundo del revés cantaría María Elena Walsh. 

Una vez más se está equivocando el camino, Cristina Kirchner siempre trata de mostrarse del lado de los excluidos, de los que menos tienen, lo llamativo es que en los hechos cada vez hay más argentinos en esa situación. Crece la pobreza, la clase media no llega a fin de mes, la inseguridad ya es insoportable, los chicos no van al colegio por los conflictos docentes, la droga invade las calles pero eso sí, vos también la tomas pero ‘de la buena’. Si pensás que el país está mal no entendés nada.  

Cabe aclarar también cuando se habla de inclusión social, que lo que se vive hoy en la Argentina no es culpa de los argentinos. Este gobierno lleva casi doce años y mal que les pese, Carlos Menem, el culpable de todos los males, se fue hace quince. En muchas cosas nada ha cambiado y poco se hizo por la inclusión. El país es una cosa desde el relato y otra muy distinta en la realidad.

De todas maneras para no ser del todo pesimistas celebremos este esbozo de la Presidenta por llamar a la Paz social y la unión de todos los argentinos. Maduro hizo lo mismo en Venezuela ¿no? Aunque a veces nos parezca otro engaño del relato, necesitamos creer que habrá cambios en este modelo que ya es un gran fracaso. Para los interesados, La Campora ofrece cursos gratuitos de civilización y racionalidad.  



Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia