El reino del revés
Ante los sucesivos
episodios de linchamiento que se vieron por televisión, la Presidenta se refirió
al tema en varios actos emitidos en diferentes medios de comunicación. Eligió
un mensaje pacificador, en contra de la violencia y de la justicia por mano
propia. Es verdad, nadie tiene derecho en castigar a golpes a un delincuente
salvo que esté en juego la propia vida.
Las agresiones más
difundidas por estos días tuvieron como escenario la Ciudad de Buenos Aires, Rosario
y Córdoba. Los vecinos de estas ciudades han llegado al hartazgo con la
inseguridad. Es difícil encontrar una persona que no haya sufrido por lo menos
un hecho de robo, hurto o intento fallido. A eso sumemos que en la provincia de
Córdoba se vivieron saqueos y descontrol
durante un paro de la
Policía. En Rosario los narcos tienen en vilo a los barrios
con asesinatos casi todos los días. Hace un tiempo atrás era impensado dos
tiroteos en pleno centro de Buenos Aires en menos de diez días.
Pero en su
mensaje, la Presidenta
no se quedó sólo en el pedido de Paz o de actuar civilizadamente. Se refirió al
delincuente como un ser incomprendido, excluido, al que hay que tenerle compasión y peor aún,
aceptar que para esa gente la vida vale dos pesos. Imaginen lo que puede pensar
un ladrón que escucha estas palabras por parte de la mandataria. Todo se
confunde, es posible que el que se defienda ante un hecho delictivo termine
preso y el autor del robo libre. Es demasiado. El mundo del revés cantaría
María Elena Walsh.
Una vez más se
está equivocando el camino, Cristina Kirchner siempre trata de mostrarse del
lado de los excluidos, de los que menos tienen, lo llamativo es que en los
hechos cada vez hay más argentinos en esa situación. Crece la pobreza, la clase
media no llega a fin de mes, la inseguridad ya es insoportable, los chicos no
van al colegio por los conflictos docentes, la droga invade las calles pero eso
sí, vos también la tomas pero ‘de la buena’. Si pensás que el país está mal no
entendés nada.
Cabe aclarar
también cuando se habla de inclusión social, que lo que se vive hoy en la Argentina no es culpa de
los argentinos. Este gobierno lleva casi doce años y mal que les pese, Carlos
Menem, el culpable de todos los males, se fue hace quince. En muchas cosas nada
ha cambiado y poco se hizo por la inclusión. El país es una cosa desde el
relato y otra muy distinta en la realidad.
De
todas maneras para no ser del todo pesimistas celebremos este esbozo de la Presidenta por llamar a
la Paz social y
la unión de todos los argentinos. Maduro hizo lo mismo en Venezuela ¿no? Aunque
a veces nos parezca otro engaño del relato, necesitamos creer que habrá cambios
en este modelo que ya es un gran fracaso. Para los interesados, La Campora ofrece cursos
gratuitos de civilización y racionalidad.
Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia