jueves, 17 de julio de 2014

FUTBOL

El equipo por encima de las individualidades



Una pena. La Argentina quedó a un paso de la gloria, tuvo más coraje que Alemania durante los 90 minutos reglamentarios y mereció quedarse con el título. La selección de Sabella hizo un partido casi perfecto, tal vez el mejor en toda la Copa del Mundo y tuvo tres ocasiones claras para ponerse en ventaja. La falta de eficacia de Messi, Higuaín y Palacio fue determinante para el desenlace del encuentro.

El gol  de Mario Goetze fue como una daga clavada en el pecho de todos los argentinos. El único error grosero que cometió la defensa en todo el partido se pagó de la peor manera. Faltaban ocho minutos para la finalización del tiempo suplementario y ya no quedaba tiempo para la reacción.

Para resumir la actuación del equipo argentino en este Mundial bien vale utilizar una frase reciente del Cholo Simeone: “esta derrota no merece una lágrima”. Los jugadores dejaron la piel en cada partido, fueron un equipo sólido, compacto, con momentos de buen fútbol y tácticamente brillante. Cosas por mejorar, por supuesto que las hay, pero nada para criticar.

Una lástima que algunos periodistas deportivos destinen horas de televisión machacando en los supuestos errores, si Messi estuvo a la altura o no, si los cambios fueron adecuados, cómo debió pegarle Higuaín o Palacio, etc… Un absurdo. Como si alguno de ellos estuviera a la altura para discutirle una idea a un técnico subcampeón del mundo. Así somos los argentinos. ¿Cuántos  de los que no se conforman siendo segundos son los mejores en algo?


Esperemos que este proyecto continúe con Sabella al frente del cuerpo técnico del seleccionado  y sigamos por la senda de los éxitos pregonando el valor del equipo por encima de las individualidades. Felicitaciones Argentina!!


Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia

miércoles, 9 de julio de 2014

FUTBOL

Ahora por La Gloria



Brillante y conmovedor. Una victoria que quedará en la historia no sólo por haber accedido a la final de una Copa del Mundo después de veinticuatro años, sino por el juego, el corazón y la entrega de este seleccionado.

El equipo de Sabella anuló a Holanda, no la dejó jugar, no le permitió pensar y cuando pudo la atacó. Incluso tuvo dos o tres situaciones claras que pudieron definir el pleito a su favor. Pero más allá de todo resultado queda la identidad de este equipo, así se juega, ésta es la esencia del fútbol argentino.

Vale destacar que este plantel tiene un emblema, un héroe que se llama Javier Mascherano. Un jugador incansable, por momentos casi inexpugnable, que contagia y transmite seguridad y confianza a todos sus compañeros. Encontró en Biglia a su socio ideal, se entiende perfectamente con el fondo argentino, los releva cada vez que es necesario. Mascherano es el que indica dónde y cómo presionar, cuándo esperar y quién debe pasar al ataque. Un verdadero león.

Por supuesto que Messi sigue siendo fundamental, aún sin aparecer, obligó a Holanda a no atacar, a ser cauteloso, lo rodearon con cuatro hombres cada vez que tomó la pelota y aún así la ‘Pulga’ se las ingenió para desbordar en un par de ocasiones que pudieron terminar en gol.

En general el funcionamiento del equipo de Sabella fue notable, todas las individualidades estuvieron en un nivel alto y volvió a destacarse el equilibrio en todas sus líneas. No hubo errores, la marca fue perfecta, no sobró demasiado, es cierto, pero es lo que tenemos.

No cabe duda, el último escalón es el más difícil pero hay ganas. Alemania es más potente que Holanda, es más vertical, no lateraliza tanto el juego. No tiene un solo jugador de cuidado sino varios. Son altos, rápidos, letales y manejan muy bien la pelota parada. El sistema a emplear deberá ser similar al ejecutado frente a Holanda. Pero tal vez les cueste más neutralizar a Messi, piensan más en el arco de enfrente y eso puede ser una ventaja para el contrataque.


Será lo que tenga que ser, los mejores estarán frente a frente, cada uno con sus características. Ahora vamos por La Gloria y quien sabe, alcancemos ese sueño tan ansiado.  


Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia

domingo, 6 de julio de 2014

FUTBOL

Las ilusiones están intactas



Pasaron veinticuatro años de aquella victoria por penales sobre Yugoslavia que nos dio el pase a semifinales en el recordado Mundial 90. Hoy la Argentina vuelve a ocupar ese lugar de privilegio en una Copa del Mundo. Venció a Bélgica en cuartos, se mostró como un equipo sólido, comprometido y equilibrado. El miércoles buscará la final al enfrentar a Holanda, rival al que venció una sola vez en ocho duelos mundialistas.

Frente a Bélgica apareció el equipo que reclamábamos, se vio la mano del técnico Sabella en la elaboración del plan de juego y en la ejecución de los cambios tácticos. El equipo estuvo bien parado en todas sus líneas, Mascherano contó con el apoyo de Biglia en el medio y la colaboración de los de arriba para la marca. Demichelis reemplazó a Fernández y le dio otra impronta al fondo argentino. El “Micho” tiene otra estampa, se para distinto, es fuerte y sabe con la pelota. De esta manera los belgas tuvieron pocas chances de llegar a Romero.

En ataque obviamente se perdió protagonismo, las opciones de gol fueron menos pero la efectividad del “Pipita” Higuaín, en una tarde brillante, sentenció la historia. De eso se trata, de aprovechar las oportunidades, ser efectivos y contundentes. Los mundiales se juegan y se ganan de esta forma. Hay que ser equilibrados, ejecutar con precisión y sabiduría los momentos claves.

El factor Messi será determinante en los próximos dos partidos. Frente a Bélgica parecía como si Lionel estuviera ahorrando energías tras la lesión de Di María. Sabe que su presencia es la única garantía para los dos compromisos que quedan. Sin Messi y sin Di María casi no hay chances. Por eso Lio por momentos parece ido del partido. Nadie conoce mejor que él su cuerpo, para jugar tres partidos en ocho días, al ritmo que lo hace, hay que dosificar el esfuerzo. Si bien la tecnología arroja que el jugador que menos kilómetros recorrió es Messi, el que alguna vez jugó al futbol sabe que tener que defender el balón entre dos o tres rivales requiere más piernas que correr a un contrario. La entrega de Messi es inmensa.

El miércoles Argentina y Holanda se verán las caras. Los de Van Gaal llegan con algunas dudas en cuanto a la efectividad de su juego. Son protagonistas pero no lastiman. Los contrataques los sufren y mucho. Estuvieron a dos minutos de quedar eliminados frente a México y no pudieron doblegar a Costa Rica. Se expusieron al alargue que les quitará algo de piernas ante los de Sabella. Por otro lado, cuentan con un Robben “reloaded”, casi imparable, del que habrá que estar alertas. Pero esta Argentina, aún sin Di María, tiene chances. Tiene juego para complicar a Holanda y romper el sistema de juego Sneijder y compañía. Veremos qué pasa pero las ilusiones están intactas. 


Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia

jueves, 3 de julio de 2014

FUTBOL

No mereció sufrir tanto


El partido con Suiza fue un verdadero sufrimiento pero luego llegó la catarsis con el gol de Ángel Di María. Llanto incluido, hinchas y jugadores festejaron con énfasis el triunfo en tiempo suplementario. ¿Mereció sufrir tanto el seleccionado argentino?

Viendo el desarrollo de los 90 minutos de juego da la sensación que el conjunto de Messi  y compañía debió quedarse con una victoria cómoda. Es cierto que en el primer tiempo el equipo de Sabella se mostró timorato y por demás cuidadoso del equipo suizo. También me dirán que  los dirigidos por Ottmar Hitzfeld pudieron liquidar el partido en dos ocasiones. Sin embargo, olvidamos que Argentina también tuvo sus chances con un cabezazo de Higuaín y un tiro defectuoso de Lavezzi. Es inevitable que en cualquier desafío mundialista se sufran zozobras, el rival también juega. Más aún en octavos de final y con el nivel actual de las selecciones donde casi todos los jugadores participan en las grandes ligas del mundo.

En el segundo tiempo la selección Argentina se soltó, salió a buscar la victoria y la producción fue realmente muy buena. Con un despliegue notable de Messi, Mascherano y el destacado rendimiento de Di María, Rojo y Lavezzi. Se llegó por afuera, la presión en campo suizo tuvo resultados y defensivamente no hubo grietas. El gol debió llegar en más de una oportunidad. De haberlo logrado hoy se hablaría distinto del equipo de Sabella. 

Para el tiempo suplementario poco sirve el análisis, se juega con el corazón, con las pocas reservas físicas que quedan. Y en eso también la Argentina hizo diferencia. Llegó el gol de Di María de la mano de Messi, el mejor de todos, tras dejar en el camino a dos rivales. Un minuto más tarde el palo le negó el empate a Suiza. Ya no había cabeza ni piernas para tomar las marcas. Victoria y a cuartos de final.

Argentina jugó su mejor partido en este Mundial, tuvo equilibrio, tuvo marca y demostró que puede hacer daño. Errores, claro que los hubo, pero contados con los dedos de una mano. ¿Regaló un tiempo? Puede ser, pero repito, el rival también juega y el nivel de todos es muy parejo.

Mientras nosotros seguimos esperando más de Messi, quizás que vuele o apile a los diez rivales, los hinchas, jugadores y técnicos contrarios le tienen cada vez más miedo. Hay cosas por mejorar, como darle más oxígeno a Mascherano, tal vez sea el momento de Biglia o Rodriguez en lugar de Gago. Por supuesto que de ahora en adelante se puede perder con cualquiera pero ninguno de los ocho candidatos está exento de esto. Este es el camino, seguramente habrá que sufrir otro tanto para lograr el objetivo. El equipo demostró que puede lograr equilibrio sin perder potencial ofensivo. Nos espera Bélgica pero esa será otra historia. 


Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia