Las ilusiones están intactas
Pasaron
veinticuatro años de aquella victoria por penales sobre Yugoslavia que nos dio
el pase a semifinales en el recordado Mundial 90. Hoy la Argentina vuelve a
ocupar ese lugar de privilegio en una Copa del Mundo. Venció a Bélgica en
cuartos, se mostró como un equipo sólido, comprometido y equilibrado. El
miércoles buscará la final al enfrentar a Holanda, rival al que venció una sola
vez en ocho duelos mundialistas.
Frente a Bélgica
apareció el equipo que reclamábamos, se vio la mano del técnico Sabella en la
elaboración del plan de juego y en la ejecución de los cambios tácticos. El
equipo estuvo bien parado en todas sus líneas, Mascherano contó con el apoyo de
Biglia en el medio y la colaboración de los de arriba para la marca. Demichelis
reemplazó a Fernández y le dio otra impronta al fondo argentino. El “Micho”
tiene otra estampa, se para distinto, es fuerte y sabe con la pelota. De esta
manera los belgas tuvieron pocas chances de llegar a Romero.
En ataque
obviamente se perdió protagonismo, las opciones de gol fueron menos pero la
efectividad del “Pipita” Higuaín, en una tarde brillante, sentenció la
historia. De eso se trata, de aprovechar las oportunidades, ser efectivos y
contundentes. Los mundiales se juegan y se ganan de esta forma. Hay que ser
equilibrados, ejecutar con precisión y sabiduría los momentos claves.
El factor Messi
será determinante en los próximos dos partidos. Frente a Bélgica parecía como
si Lionel estuviera ahorrando energías tras la lesión de Di María. Sabe que su
presencia es la única garantía para los dos compromisos que quedan. Sin Messi y
sin Di María casi no hay chances. Por eso Lio por momentos parece ido del
partido. Nadie conoce mejor que él su cuerpo, para jugar tres partidos en ocho
días, al ritmo que lo hace, hay que dosificar el esfuerzo. Si bien la
tecnología arroja que el jugador que menos kilómetros recorrió es Messi, el que
alguna vez jugó al futbol sabe que tener que defender el balón entre dos o tres
rivales requiere más piernas que correr a un contrario. La entrega de Messi es
inmensa.
El
miércoles Argentina y Holanda se verán las caras. Los de Van Gaal llegan con
algunas dudas en cuanto a la efectividad de su juego. Son protagonistas pero no
lastiman. Los contrataques los sufren y mucho. Estuvieron a dos minutos de
quedar eliminados frente a México y no pudieron doblegar a Costa Rica. Se
expusieron al alargue que les quitará algo de piernas ante los de Sabella. Por
otro lado, cuentan con un Robben “reloaded”, casi imparable, del que habrá que
estar alertas. Pero esta Argentina, aún sin Di María, tiene chances. Tiene
juego para complicar a Holanda y romper el sistema de juego Sneijder y
compañía. Veremos qué pasa pero las ilusiones están intactas.
Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia
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