sábado, 25 de enero de 2014

MUSICA


                                                   El primer golpe de The Clash

                        En mis programas de radio, PINTURA PARA CAMALEONES Y BELMONDO FREAK, siempre pondero algunos álbumes debut de mis bandas preferidas. Son aquellas bandas que, luego de un promisorio primer disco, revalidan sus logros y van por mas en las siguientes creaciones. En este caso voy a escribir sobre la banda británica THE CLASH, que al igual que otras bandas del género punk, tuvo un excelente comienzo discográfico en la febril segunda mitad de los años 70s. A diferencia de otras (como ser SEX PISTOLS, X RAY SPEX, por citar algunas) The Clash supo absorber el módico éxito que les deparó el primer disco para apostar más fuerte en sus siguientes ediciones, aportando nuevos sonidos a su orígen punk y hablando de la cruda realidad que vivían los jóvenes en el Reino Unido en ésa época.

Podemos partir de la premisa de que esos nuevos aportes de sonidos (el reggae cada vez mas presente en sus composiciones, el dub, algo de funk) y la conciencia social de sus líderes (mas expuesta la de Joe Strummer que la de Mick Jones) revitalizaron la imagen de la banda, oxigenaron sus temas y les permitieron durar bastante mas que la media de las bandas punks del momento.

                        Los Clash llegaron a la grabación de su primer disco homónimo, en medio de la revuelta que supuso la firma del contrato con la multinacional CBS. Este hecho recibió duras críticas de muchos de sus fans y la prensa musical, quienes acusaron a los músicos de haberse vendido al poder del sistema. A esto se agrega que el contrato fue considerado como el modelo de contrato de NO debería firmar una banda nueva: a cambio de 100.000 libras, la banda tenía que hacerse cargo de los costos de la grabación de los discos, giras, promoción, etc… Los músicos vieron el contrato como una forma de tener el mayor control posible sobre lo que hacían, aunque la realidad les iba a dar vuelta la cara mas de una vez. Como en el caso de la edición del segundo simple del disco, que sería Remote Control, cuando ellos mismos consideraban el tema como flojo y sin consistencia.

                                                Tapa del primer disco de The Clash

                        Lo cierto es que con 4.000 libras se encerraron durante 3 fines de semana en el estudio nº 3 de la CBS en Londres y pergeñaron lo que hoy es considerado por revistas especializadas y sobre todo, por los fanáticos, como un de los álbumes mas influyentes no solo del género punk sino de toda la historia del rock. Al entrar a los estudios, se encargaron de dejar en claro su intención de no sacrificar sus ideales punks y retratar la realidad que ellos veían que azotaba la sociedad inglesa a principios de 1977. Así, canciones como Remote Control, London´s burning, Career Oportunities, asemejaban una pintura que mostraba como era ser joven, en Inglaterra, luchando contra la policía, la falta de trabajo y la sordera del gobierno y las clases dirigentes del país y del negocio musical.

                        El disco fue precedido en Marzo de 1977 por el single White Riot, compuesto por Joe Strummer luego de ser testigo de los disturbios sucedidos en Agosto del año anterior en el Carnaval de Notting Hill, en Londres. En las revueltas, la policía detuvo a un supuesto ladrón de raza negra y la mayoría de los asistentes, caribeños, y algunos blancos que los apoyaron, comenzaron a agredir a los uniformados y el saldo de la pelea fueron 160 personas hospitalizadas de ambos bandos. El tema instaba a los jóvenes blancos a imitar a sus pares negros, que sabían como hacer valer sus derechos y se enfrentaban a la opresión. En la pluma de Joe Strummer, a los blancos les faltaba decisión y coraje para tomar las riendas y rebelarse.

                        El single tuvo un éxito moderado, pero les sumó problemas a la hora de concertar conciertos y giras, ya que muchos dueños de pubs y salas no querían que sonara el tema, aludiendo que al hacerlo toda seguridad en los shows se desmadraba. Los propios líderes de la banda Joe Strummer y Mick Jones se tomaron a golpes de puño en una oportunidad cuando en el baño de un pub, Jones le manifestó su negativa a tocar el tema esa noche. White Riot no era su tema favorito y no tenía drama en no tocarlo si se lo pedían.

                        Con esa presentación en single, el álbum se editaría un mes mas tarde en el Reino Unido y no tendría edición en EEUU hasta 1979, cuando el éxito de su primer gira por esos pagos, casi obligó a la CBS a ponerlo en circulación, con los cambios propios de los yanquis, en lo que a mezclar el órden de los temas, sacar unos y poner otros se trataba.

                        El sonido del disco, a pesar de las cortas horas de grabación, es compacto, con las guitarras bien al frente, explosivo desde el primer tema, Janie Jones hasta el último Garageland. La actitud se lo comía todo, las letras habalaban de lo que se cocía en la calle y hasta la portada los mostraba tal como eran: la foto fue sacada en la cuadra de enfrente a donde estaba la sala de grabación de la banda, Rehearsal Rehearsals, en el Camden Market, de Londres. Allí, parados en un pasillo, se encontraban Strummer, Jones y el bajista Simonon, sin poses ni artilugios. Faltaba el baterista Ferry Chimes, quien ya había decidido dejar la banda, por no soportar el ritmo de vida del rock.

El Camden Market

                                             La escalera donde fue sacada la foto de tapa

                        Entre los temas propios de The Clash se colaba una remake del tema reggae Police and Thieves (original de Junior Murvin), un agregado de último momento, cuando se dieron cuenta de que la duración del álbum era muy corta. Sin embargo, este tema indicaría la apertura de un camino prolífico hacia el reggae, que se profundizaría en las siguientes producciones y que tenía a Strummer como pionero y audaz catalizador. El reggae y el punk iban a mostrarse mucho mas cercanos de lo que a priori pudiera parecer y el caldo se gestaría en el barrio de Camden, justamente el lugar anfitrión del Notting Hill Carnaval. La contraportada del álbum es una foto de policías cargando contra civiles, tomada el día de los incidentes del año 1976, por el fotógrafo Rocco Macauly, y que diera lugar a la composición del primer single White Riot.

                        Otros temas del disco hablaban de una cadena de profilácticos (Protex) tan comunes por esos días; del aburrimiento que suponía la americanización de la sociedad inglesa (I´m so bored with the USA) o de la respuesta a una crítica a un show de la banda taloneando a los Sex Pistols, aparecida en un diario, y que apuntaba a devolver prontamente a los Clash al garage de donde no tendrían que haber salido, si era posible, con el motor encendido (Garageland).

                                              Imágen de Camden, barrio de Londres

                        El disco no sería un hit en su momento, pero con el correr de los años y a la luz de las listas de los mejores discos de la década (siempre discutibles) se posiciona en lo mas alto en las preferencias de los oyentes de música.

                        The Clash iba a perseverar en la radicalización de sus opiniones políticas y sociales y en la audacia por abordar nuevos ritmos musicales en los próximos discos, abriendo nuevos caminos y cerrándose otros al mismo tiempo, abarcando más de lo que sus brazos podían rodear. Las luchas internas no tardarían en aparecer y el dinero y las drogas también pondrían en jaque a los miembros de la banda, pero esa será otra historia…

                                         Mural en Camden con uno de sus hijos dilectos

                        Por ahora, sigamos deleitándonos con un álbum debut que toda banda quisiera haber editado, pero muy pocas lo logran.






Roberto Lagomarsino para DeBrosMedia

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