Ramón se fue de River. Lo hizo ganador, con el saco de campeón y por la
puerta grande. También triunfaron los dirigentes, D’Onofrio y Francescoli se sacaron
al riojano de encima. Nunca lo quisieron. El gran perdedor es River y por
supuesto su gente. Se quedaron sin el técnico deseado por la mayoría, la
fórmula del éxito.
El sueño del hincha duró poco, el Pelado no estará sentado en el banco para
acompañar a su equipo en las noches Coperas. Será otro, puede ser Gallardo,
Crespo, Martino o quien sea. Le podrá ir mejor o peor. Pero el hincha de River
quería a Ramón, porque le da identidad al equipo, propone buen juego, tiene
alma de campeón, es el más ganador y además divierte fuera del campo de juego.
Una lástima, River se quedó sin su Ángel.
Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia
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