Independiente es de Primera
¿Cómo no
festejarlo, por qué? Independiente está nuevamente en Primera. Todo es euforia,
desahogo y tiene razones más que suficientes. Hace un año descendió envuelto en
una crisis institucional y económica severa producto de la mala gestión de
dirigentes corruptos. Se levantó, peleó, la pasó muy mal, parecía que todo se
esfumaba. Se prendió del último eslabón de la cadena del ascenso. Cuando lo
sintió cerca falló en la estocada. Sólo quedaba esta última oportunidad,
enfrente nada más y nada menos que Huracán, otro grande hambriento por volver a
las marquesinas.
Había que tener
agallas para jugar este partido, toda la presión recaía en los jugadores de
Independiente. Jugaron, dejaron el alma y devolvieron al Rojo a Primera. El Rey
de Copas está de vuelta, más fuerte que nunca, aún más grande porque ganó otra
batalla. Como en la vida, del dolor se aprende y se crece. Seguramente el Rolfi
Montenegro, Cristian Tula o Federico Insúa no olvidarán esta experiencia.
Nunca, en los años que tienen de fútbol vivieron algo semejante. Pusieron a
prueba su temple y hoy son mejores jugadores que antes. A festejar señores… Para
volver a las noches de Gloria hay que jugar en primera.
Mariano Lagomarsino para DeBrosMedia
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